
Un día histórico para Oriente Próximo acabó convertido en una jornada dedicada a la gloria de Donald Trump. La conferencia de paz de Sharm el Sheij, con la presencia de una veintena de líderes mundiales, se transformó rápidamente en una ceremonia de celebración personal del poder de Trump, el protagonista omnipresente en toda la jornada, diseñada al milímetro para que todos los focos se pusieran en él.