
La sesión de este jueves en la Asamblea Nacional francesa ha pasado de ser uno de los momentos más graves de la legislatura a un trámite con cierto suspense. La jornada estaba marcada en rojo: se vería si el recién formado Gobierno sobrevivía al superar dos mociones de censura, las presentadas por la formación izquierdista La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon y por el ultra Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen.