
Donald Trump se siente pletórico tras lo que considera su gran éxito internacional, el alto el fuego e intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos en Gaza. Tanto que ahora aspira a repetirlo y concluir la guerra en Ucrania, que había prometido resolver en 24 horas tras su regreso a la Casa Blanca. Alentado por el aluvión de elogios internacionales al papel de pacificador que le han atribuido en su visita relámpago a Israel y Egipto, este viernes el presidente estadounidense recibe en el Despacho Oval a su homólogo ucranio, Volodímir Zelenski. Ambos dirigentes tratarán, entre otras cosas, sobre los deseos de Kiev de recibir misiles de largo alcance Tomahawk, capaces de atacar objetivos lejanos en suelo ruso. Pocas horas antes de ese encuentro, Trump anunció este jueves una reunión con el líder del Kremlin, Vladímir Putin, en Budapest. Será su segundo encuentro después del Alaska en agosto, tras una conversación telefónica que ambos mantuvieron este jueves.