El mundo tiende a replegarse rápidamente y, mientras el Estados Unidos de Donald Trump ya tiene engrasada su maquinaria de expulsión de migrantes, la Unión Europea busca activamente cómo, colectiva e individualmente, reducir una población a la que cada vez más gobiernos caen en la tentación de vincular con los principales problemas de sus países, especialmente la delincuencia. En este contexto, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) presenta su último informe sobre migración, con cifras de 2024 que probablemente se habrán movido a lo largo de este 2025 de forma significativa, pero que dan un mensaje contundente: en un mundo desarrollado donde su población envejece progresivamente, la migración sigue siendo un factor “mitigante” esencial.
