
La idea es completamente contracultural en este tipo de asociaciones. Pero su presidente, Arthur Dénouveaux, no tiene ninguna duda. “No queremos ser víctimas profesionales. Y para eso, tenemos que disolvernos”. Diez años después de los atentados del 13 de noviembre en la capital francesa, el presidente de Life for Paris, una de las dos asociaciones que abrazaron y ayudaron a las víctimas, ha decidido que se ha terminado su camino. Hay que cerrar la herida, mirar hacia delante, dejar de ser víctimas. El martes por la tarde, Dénouveaux, superviviente del ataque del Bataclan, se cita con EL PAÍS en un café junto al Ayuntamiento de París, donde este próximo jueves se conmemorará el décimo aniversario de los ataques en una ceremonia ideada por Thierry Reboul, la misma persona que diseñó la celebrada ceremonia de los Juegos Olímpicos.

