Donald Trump no estaba en la ceremonia de entrega del premio Nobel de la Paz en Oslo. Tampoco estuvo prevista nunca que acudiera a un acto del que finalmente estuvo ausente la galardonada, María Corina Machado. Pero el presidente estadounidense era protagonista indirecto: la promesa de la líder de la oposición de Venezuela de que su país “volverá a respirar” intensifica la atención sobre el pulso del republicano con Nicolás Maduro y la incertidumbre acerca de si acabará ordenando un ataque contra objetivos en territorio del país caribeño.
