
Versalles ha pasado a la posteridad como el peor acuerdo de paz de la historia, como un desastre cósmico del que surgieron los desastres posteriores del siglo XX. Firmado en la ciudad francesa en junio de 1919, el tratado puso fin a la Primera Guerra Mundial; aunque la humillación a la que fue sometida Alemania sentó las bases para el nacimiento del rencor y odio que alimentaron al nazismo… Sin Versalles es difícil entender a Hitler, sin Hitler no se hubiesen producido ni la Segunda Guerra Mundial ni el Holocausto… No es la única causa, pero fue indudablemente una causa. Sin embargo, el trauma de Versalles no significa que los malos acuerdos de paz no sirvan para detener las guerras, para alejar la muerte que es, al final, lo más importante. El pacto que ha permitido la tregua de Gaza, todavía frágil y renqueante, es mejor que la guerra, lo suscriba quien lo suscriba.