Un bombardeo ruso ha causado este miércoles al menos 25 muertos y más de 60 heridos en Ternópil, ciudad del oeste de Ucrania, mientras Washington y Moscú tejen entre bambalinas un acuerdo a dos bandas para poner fin a la guerra que forzaría a Kiev a otorgar enormes concesiones. El país ocupado insiste igualmente en reactivar el diálogo con el enemigo, también porque teme quedarse relegada de las decisiones sobre su futuro. Este miércoles llegó a Ucrania una delegación militar estadounidense que tiene como misión, precisamente, tratar de reactivar las negociaciones.
